Datos personales

martes, 26 de abril de 2011

AQUÍ ESTARÉ PARA TI

Las  historias nos emocionan, nos  hacen soñar, nos desconecta  de la realidad para  llevarnos  a un mundo mágico … Y hoy producto de  ello comparto  con ustedes una  historia  escrita por THIRSA  alumna de 2° “H” .

AQUÍ ESTARÉ PARA TI


Un día en alguna ciudad del Perú a Siulet le sucedió algo terrible, su padre murió de cáncer después de dos días de haber celebrado junto a ella y su familia un día muy importante para ella, su quinceañero.
Se sentía sola, sin fuerzas para seguir adelante, deseando su muerte y mucho más viendo el sufrimiento de su madre.
Salió del hospital e iba caminando hasta que se dio cuenta que estaba en un parque lejano y observó que en el había un árbol, el cual tenía varias ramas y una de ellas era de gran altura.
Mirando a la rama empezó a recordar los momentos de la muerte de su padre, subió a esa rama teniendo en mente arrojarse para no más sufrir; en ese mismo instante apareció Luis Fernando, un chico un año mayor que ella, que al verla decidió ayudarle para  que no cometiera tal cosa.
Se fue subiendo a la rama donde se encontraba Siulet mientras que le decía “no te tires, cometes un gran error” , ya viendo llegado a la rama le dijo “lastima que habiéndote dado Dios la vida tu la desperdicies” ; ella le dijo “mi papá acaba de morir, ya no quiero vivir más”. Siulet se echo a la rama y soltando sus piernas se quedó colgando de sus manos. Luis Fernando la cogió de sus brazos y la iba jalando hacia el tronco, pero Siulet se resistía.
Luis Fernando logró que Siulet que llegara al tronco y bajándola a una rama de menos altura. Siulet trataba de soltarse de Luis Fernando y el no pudo sostenerla más y cayeron los dos juntos al césped.
Suilet le dijo “te odio no sé con que derecho evitaste que me lanzara” y se fue.
Pocos días después se volvieron a ver en el mismo árbol donde se conocieron y Siulet apenada le dijo “perdón por la forma grosera con la que te traté, gracias por salvarme”. “cuando me iba a tirar pensaba sólo en mi padre, olvidándome de mi madre, la quiero mucho y no sé como la iba dejar sola” “gracias por salvarme”.
Siulet le pidió a Luis Fernando verse todos los días frente al árbol, para contarle como se sentía y así poder desahogarse y no cometer algún otro error.
Poco a poco con el transcurso de los días ellos se enamoraron; Luis Fernando se le declaró a Siulet y ella lo acepto. Ellos inmediatamente en el árbol donde se conocieron escribieron sus iníciales dentro de un corazón.
Siulet llevó a Luis Fernando con su mamá y ella al tratarlo lo acepto.
Luis Fernando le enseño a Siulet varias cosas como tocar el piano, hacer trucos de magia y ella fascinada los aprendía.
Había llegado el cumpleaños de Siulet, ella después de haber desayunado con su mamá se dirigió al árbol donde se encontraría con Luis Fernando. En medio del camino Luis Fernando se apareció y le tapo los ojos hasta el árbol; al llegar dejó a Siulet viera y ella quedó  fascinada al ver globos, corazones y un cartel donde decía Feliz Cumpleaños y una comida sobre el pasto, ella  lo abrazo y se sentaron a comer juntos. Después de haber terminado de comer juntos Luis Fernando tomó detrás del árbol un ramo de rosas y ella lo recibió encantada. Poco después ella leyó cada corazón que decía cuanto la amaba con toda su alma.
Después Luis Fernando le dio una aguja y le pidió que reventara cada globo, pero que tuviera cuidado porque en uno de ellos había un regalo para ella. Siulet empezó a reventar un globo tras otro hasta que de uno cayó un collar en el que tenía un corazón que decía LyS y detrás “Te amare por siempre” ; y ella lo abrazó. Luego de media hora Siulet se desmayó, Luis Fernando asustado llamó a la ambulancia y a la mamá de Siulet .
En el hospital el doctor que atendió a Siulet le dijo “lo lamento pero le queda pocos días de vida, morirá de cáncer”. Luis Fernando no podía creerlo, quedándose sin aliento botó una lágrima por su rostro mientras que la mamá de Siulet lloraba desconsoladamente.
Luis Fernando fue a verla y ella le dijo “ya sé lo que tengo y con esto empiezo a comprender a mi padre”, “no tengo miedo de morir, pues me hace muy feliz el haberte conocido” y él la abrazó.
Después de dos días Luis Fernando llevó a Siulet frente al árbol que representaba su gran amor y se sentaron juntos al árbol. Siulet le dijo a Luis Fernando “cuando yo me vaya no llorarás porque sabrás que algún día estaremos juntos”, el joven  contestó “claro que sí estaremos juntos porque nunca te dejaré de amar”. Él la besó, ella le dijo “gracias por este día y por todos los momentos bonitos que pasé a tu lado” e inmediatamente murió.
Luis Fernando se quedó sin aliento al ver a Siulet sin vida entre sus brazos mientras en el cielo se rompía  el llanto en forma de lluvia. Él  empezó a mover a Siulet diciéndole ¡despierta! ¡Despierta! ¡No me dejes solo! ¡Quédate conmigo, te necesito! .De pronto cayó un rayo de luz resplandeciente sobre Siulet y a la vez sobre el árbol. El brillo era enorme  que cegó la mirada del joven enamorado  mientras escuchaba una voz que decía “soy Siulet, aquí estoy contigo y no te preocupes aquí estaré esperándote…TE AMO… no llores que  siempre estaré  aquí para  ti…no lo olvides. Diciendo esas  palabras  la  luz se  desvaneció.
                                               Escrita por THIRSA – 2° “H”